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Los tsunami son considerados, en general, como una catástrofe de baja probabilidad y alto impacto. La gran mayoría de desastres por tsunami ocurren por terremotos cercanos a la costa; ocasionalmente tsunami causados por terremotos muy grandes pueden producir desastres a distancias transoceánicas, como ocurrió cinco veces en el siglo XX en el Pacífico (ETDB/PAC, 2002).
La amenaza por tsunami es la probabilidad de que una o varias olas lleguen a la costa con una altura definida y con determinado periodo de ocurrencia, de tal manera que puedan causar destrozos por impacto, inundación y erosión. Debido a que la principal causa de tsunami en la subregión son los terremotos, en principio sólo los mayores y menos frecuentes (normalmente con magnitudes superiores a 7,5) causan tsunami.
Toda la costa pacífica de Colombia, Ecuador y Perú está bajo amenaza por olas de tsunami; la costa caribe, aunque no está exenta de esta amenaza, la sufre mucho menos ya que esta región no tiene la capacidad de generar terremotos en el fondo del mar tan grandes como los que se pueden generar en el Cinturón de Fuego en Suramérica.
En la Figura 3.10 se distinguen tres niveles de amenaza: Muy alto, para la zona de subducción desde el norte de Chile y toda la costa del Perú hasta el sur del Golfo de Guayaquil en Ecuador; alto, para la zona de subducción entre Ecuador y Colombia; y bajo, para el litoral del Caribe.
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Varias características, entre las cuales destaca la mayor velocidad de las ondas sísmicas en comparación con la de las olas, hacen que los tsunami sean el fenómeno potencialmente catastrófico de origen geológico más predecible en el corto plazo. |
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Fuente: Elaboración propia a partir de UNEP (2009) y Global Tsunami Database
(Tsunami Laboratory, Novosibirsk, Russia). |
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El terremoto de Chile de 1960 sigue siendo el de mayor magnitud (9,5) y tsunami, por encima del de Indonesia en 2004, desde que se inició el registro instrumental a fines del siglo XIX. |
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