Susceptibilidad a movimientos en masa
   
 
 

La subregión andina es un territorio que ofrece condiciones propicias para la ocurrencia de deslizamientos y flujos de detritos. En las áreas húmedas predominan los deslizamientos, mientras que en zonas secas con menores precipitaciones y suelos descubiertos o con poca vegetación predominan los flujos de detritos. Las principales condiciones en la subregión son:

•El 37% de su territorio corresponde a los Andes, con pendientes naturales de diversos ángulos.
•Las rocas de los Andes están muy fracturadas por la alta actividad sísmica en la región.
•Hay gran cantidad de lluvias en territorio colombiano y ecuatoriano y en la vertiente oriental de los Andes de Perú y Bolivia.
•Las lluvias se incrementan en la costa seca del Perú y en el Ecuador durante la presencia de El Niño.
•Hay incremento de las lluvias durante La Niña en Colombia y Bolivia.
•Hay una alta intervención antrópica de los terrenos y deforestación.

Para proveer una visión subregional de la susceptibilidad de los terrenos a los deslizamientos y flujos de detritos por lluvias, se modelaron las principales variables o parámetros naturales que facilitan su ocurrencia: modelo de pendientes del terreno, promedio anual de lluvias, cartografía simplificada de la geología para modelar la susceptibilidad a los deslizamientos y cartografía simplificada de los usos del suelo para modelar la susceptibilidad a los flujos de detritos (Mapa 31).

Montañas con laderas inclinadas a escarpadas, cantidad y duración de las lluvias, tipos de suelos y rocas, tipo de cobertura vegetal más tiempo (años a centurias), son los ingredientes que hacen un territorio susceptible a movimientos en masa.


Susceptibilidad a deslizamientos

Toda la región montañosa a lo largo de los cuatro países es susceptible a deslizarse (Mapa 32). Las mayores susceptibilidades se localizan en el flanco oriental de los Andes en todos los países, por efecto de las masas húmedas que vienen del Amazonas arrastradas por los vientos alisios del sureste, las cuales al chocar contra los Andes ascienden por sus faldas, condensan el vapor de agua, forman nubes y producen copiosas lluvias, detonantes de los deslizamientos; así como en toda la cordillera, en el extremo norte de Perú, Ecuador y el occidente de Colombia, donde llegan masas húmedas desde el Pacífico que también generan abundantes lluvias, que en Colombia convergen con las que llegan desde el Caribe y generan uno de los sitios más lluviosos del mundo. El régimen pluviométrico del Pacífico colombiano y ecuatoriano contrasta mucho con el de la costa peruana y los altiplanos de Bolivia y Perú, donde se registran muy bajas precipitaciones.


Susceptibilidad a flujos de detritos

En comparación con el modelo de movimientos en masa, en las zonas menos húmedas de Perú y Bolivia la susceptibilidad a los flujos resalta, porque aun con poca cantidad de lluvia los materiales expuestos en las vertientes pueden ser fácilmente arrastrados en forma de flujos de detritos (huaycos en Perú y mazamorras en Bolivia) (Mapa 33). Todos los Andes tienen algún grado de susceptibilidad a los flujos de detritos, siendo la más alta la de los valles interandinos de todos los países y además la vertiente del Pacífico en Ecuador.

Deforestación, carreteras, urbanización y prácticas inadecuadas de usos del suelo incrementan la susceptibilidad a movimientos en masa y por lo tanto la posibilidad de pérdidas.


Otras causas

Como ha ocurrido en los cuatros países, los terremotos han generado innumerable cantidad de deslizamientos y flujos. Entre ellos destaca el terremoto peruano del 31 mayo de 1970, que produjo devastación por flujos derivados del colapso de enormes masas de hielo y nieve del nevado Huascarán. Por otro lado, los volcanes generan flujos, ya sea por la acumulación de productos volcánicos en sus laderas y/o por el derretimiento de nieve en sus cumbres.